Amad al prójimo como yo os he amado

Amad al prójimo como yo os he amado

sábado, 12 de diciembre de 2015

FELIZ DÍA DEL VOLUNTARIADO SAMARITAN@S

En memoria del ya pasado día del voluntariado, recordamos la oración tan bonita que hicieron en la misa los de Cate II:

A ti, que te estremeces de espanto ante las injusticias cotidianas. A ti, que sientes la necesidad de un cambio social… te necesitamos. Lo sepas todavía o no, Aita te está llamando. 
Así que ponte en pie y lucha por hacer frente y cambiar la realidad. El mundo está falto de gente voluntaria y revolucionaria, está falto de ti. Gente que mire desde el corazón, desde el prisma con el que Jesús nos mira a nosotros. 
Que vea en el desconocido, un amigo y en el amigo, un servicio. Necesitamos tu tiempo, tus ganas, tus habilidades y dones… para trasformar el mundo desde lo más pequeño a lo más grande. Hay miles de proyectos de voluntariado, hay miles de personas que necesitan de ti… seguro que en alguno de ellos puedes aportar tu granito de arena. 
No te voy a engañar, es duro. Este estilo de vida implica tener que abrir los ojos. Y créeme, a pesar de necesario en muchas ocasiones resulta doloroso. Es doloroso percatarte de la existencia de gente con realidades tan distantes a las nuestras, tan difíciles a pesar de tenerlas al lado. 
Es doloroso darte cuenta de que hay gente que no tiene un techo bajo el que dormir o que no puede dar de comer a sus hijos o que ha tenido que dejar toda su vida (familia, amigos…) en pos de una supuesta “vida mejor” para darse de bruces con la realidad con la que se topan la gran mayoría de inmigrantes. 
Este estilo de vida implica mucho tiempo. Tiempo que no vas a tener para esas cosas más superfluas y prescindibles del día a día como irte de compras, tirarte en el sofá, pasarte horas arreglándote frente al espejo… Implica ser, en muchas ocasiones, “la loca/el loco”, la burla fácil de tu grupo de amigos, que muy probablemente no vayan a entenderte. 
No vayan a entender que "sin nada a cambio" ocupes tanto tiempo de tu vida en algo que se “no sirve de nada”. Pero créeme también cuando te digo que todo tu esfuerzo, tus comeduras de cabeza, tu tiempo… merecen la pena. “Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de Dios”. 
Porque no hay mayor muestra de amor, no hay mayor testimonio de Aita que vivir al servicio de los demás. “Yo estoy entre vosotros como el que sirve” dijo Jesús y ojalá nosotros también podamos decirlo algún día. 
Y ojalá cuando toque decir adiós, puedan decir de nosotros que nuestra vida, nuestro paso por el mundo sirvió para dejarlo algo mejor de lo que lo encontramos. 

Feliz día o feliz vida del voluntariado

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